Un grupo diverso de migrantes, incluyendo ecuatorianos, se encuentra actualmente en un campamento improvisado en un antiguo aeródromo de Nueva York, esperando obtener asilo, empleo y vivienda en la ciudad.

El campamento, ubicado en el extremo sur de Brooklyn en Floyd Bennett Field, aloja alrededor de 1.800 migrantes en carpas, donde hasta 500 familias pueden dormir en condiciones precarias. A pesar de las dificultades, algunos migrantes como David Fernández, un ecuatoriano de 32 años, están agradecidos por tener un techo y acceso a servicios básicos.

Muchos de estos migrantes han huido de la violencia y la inseguridad en sus países de origen, buscando un futuro mejor en los Estados Unidos. Sin embargo, se enfrentan a desafíos significativos en su adaptación a la vida en Nueva York, una de las ciudades más caras del mundo.

El alcalde de Nueva York ha calificado la situación como una "crisis humanitaria", ya que la ciudad se ha visto obligada a proporcionar alojamiento de emergencia a decenas de miles de personas, incluyendo migrantes de América Latina, África, Asia y Europa.

A pesar de los esfuerzos de la alcaldía para brindar asistencia, el campamento ha sido objeto de críticas por sus condiciones de vida deficientes y su ubicación remota. Muchos activistas y residentes locales han expresado preocupación por la falta de privacidad, la falta de servicios básicos y la dificultad de acceso a la ciudad.

Sin embargo, a pesar de los desafíos, los migrantes siguen esperanzados en encontrar una vida mejor en los Estados Unidos, y continúan luchando por asegurar un futuro para ellos y sus familias.