Ecuador ha comenzado el 2025 enfrentándose a una escalada sin precedentes de violencia, con un récord de 658 muertes violentas registradas en los primeros 26 días del año, lo que representa un aumento del 56% en comparación con el mismo período en 2024. Este incremento destaca como el inicio de año más violento desde que se tienen registros.

En la trágica estadística se incluyen desde figuras públicas hasta ciudadanos comunes, todos víctimas de una ola de violencia que no discrimina. Entre ellos, se encuentra Ronald Gancino, un oficial de la Comisión de Tránsito de Ecuador, cuyo asesinato en la playa de Chipipe, Salinas, subraya la gravedad de la situación.

La tendencia alarmante sugiere que enero de 2025 podría finalizar como uno de los meses más violentos registrados en la nación desde 2011. En comparación con los inicios de años anteriores, el número de asesinatos ha crecido exponencialmente, con 423 en 2024 y ahora 658 en 2025.

Aunque el Gobierno y la Policía no han proporcionado detalles públicos sobre estos crímenes, la información accesible indica que la violencia ha aumentado en casi todas las zonas del país. Particularmente, la Zona 3, que incluye a Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza, ha visto un aumento del 367% en asesinatos comparado con enero de 2024.

Estas cifras son un claro indicativo de que, a pesar de esfuerzos previos por controlar la criminalidad, la violencia en Ecuador sigue siendo un problema crítico y en aumento, lo que plantea desafíos significativos para las autoridades en su lucha por restaurar la seguridad y el orden en el país.