Una clínica veterinaria fue clausurada el 13 de mayo en la avenida Real Audiencia, al norte de Quito, por operar sin permisos municipales y emplear personal sin títulos profesionales registrados ante la Senescyt.

La Unidad de Bienestar Animal (UBA) y la Agencia Metropolitana de Control (AMC) intervinieron el establecimiento, donde encontraron medicamentos vencidos desde 2024, fármacos de uso humano y profesionales no calificados realizando cirugías menores, diagnósticos clínicos y tratamientos intravenosos.

El propietario enfrenta dos posibles sanciones económicas:

• USD 4.700 por ejercer funciones veterinarias sin título.

• USD 1.800 por operar sin licencia de funcionamiento.

La UBA advirtió que el uso de fármacos caducados puede ocasionar fallos hepáticos e intoxicaciones en los animales, además de reducir la eficacia de los tratamientos.

La AMC reiteró su compromiso con el bienestar animal y la seguridad sanitaria, exhortando a la ciudadanía a verificar los permisos y acreditaciones de los servicios veterinarios que contratan.